Omar Zeidan, interventor del Yacimiento Carbonífero Río Turbio (YCRT), denunció al ex ministro de Planificación, Julio De Vido, y a otros funcionarios por «administración fraudulenta y malversación de fondos públicos». El Estado nacional destinó más de $ 26.000 millones a esa mina, cuya producción está en los mismos niveles que tenía en 1953.
El yacimiento de Río Turbio, que posee 3.000 empleados, exhibe tres kilómetros de derrumbe y estrangulación en la mina, peligro de derrumbe en las galerías y abandono de la red troncal de explotación. De Vido y otros funcionarios utilizaron a Fernando Lisse, decano de la Facultad Regional Río Gallegos, al decano de la Facultad Regional Río Gallegos de la UTN, Martín Juan Goicoechea, y el presidente de la Fundación de Facultad Regional de Río Gallegos, Hugo Sánchez, para firmar 71 contratos por $ 13.750.000 cada uno eludiendo los controles del Estado, según la denuncia.
Las contrataciones realizadas por el Poder Ejecutivo pasan una serie de requerimientos a cumplir. Por eso, el ministerio de Planificación delegó los contratos a la UTN y la Fundación de la Facultad Regional, que se dedicaron a comprar activos y gastar sin resultados a la vista, pero que no tenían usar las normas de contratación estipuladas para el Estado nacional.
El kirchnerismo expresó que dotaría de fondos a Río Turbio, para que pudiera abastecer una central térmica que generaría energía en base al carbón. Para lograrlo tenía que lograr una producción de 2,2 millones de toneladas anuales. En 2015, la mina extrajo 48.000 toneladas. Es un 0,2% del objetivo por el cual el oficialismo le destinó más de $ 26.000 millones. La mina de Río Turbio tiene los mismos niveles de producción ahora que alcanzó en 1953.
La denuncia alcanza no sólo a De Vido, sino también al ex Secretario de Minería de la Nación Jorge Mayoral, al ex Subsecretario de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio de Planificación Federal Roberto Baratta, al ex Interventor de YCRT Atanacio Pérez Osuna, al ex coordinador general de YCRT Miguel Angel Larregina. También están mencionados Marta Nilda Pérez, ex delegada en Buenos Aires de YCRT y Juan Marcelo Vargas, ex gerente de Explotación de YCRT.
Como una muestra del despilfarro de la gestión anterior, la denuncia narra la construcción de un tren «turístico» por la mina, por $ 700 millones. Se llegaron a facturar $ 300 millones. Aunque hay vías, vagones y otro material, el tren no anda. Debe atravesar zonas donde no fue autorizado.
La actual intervención de YCRT encontró un yacimiento «destruido “y con riesgo de derrumbe y explosión de continuar así”, aseguraron. Sobre los miles de millones que debían ir a esa mina, la SIGEN consideró que “el destino de los fondos no fue el yacimiento, ni se aplicó a otros fines legales preestablecidos por la ley; esta circunstancia resulta fundamental así para sostener la línea de ponderación que genera las fuertes sospechas de corrupción que las argumentaciones de marras se inclinan por denunciar”.
La administración actual quiere mantener el funcionamiento de la mina, pero reacondicionar el proyecto. En el presupuesto de este año, había cerca de $ 3.000 millones para el pago de salarios y otros $ 2.000 millones para inversión de capital. El pago de sueldos, a casi 4.000 empleados, se mantendrá, pero el Gobierno no destinará capital adicional hasta que no puede hacer viable el proyecto.
Para Río Turbio, se presupuestaron $3.048 millones (mil millones más que en 2014) sólo para gastos corrientes durante el año pasado. En dicho período se incorporaron 1.000 nuevos empleados a la empresa intervenida, elevando el número de empleados a 3.900: En 2004 la mina contaba con 994 agentes, es decir que se incrementó en un 292%.
De 312.494 toneladas anuales de carbón que YCRT llegó a sacar después del trágico incendio de 2004 que se cobró la vida de catorce mineros, la producción cayó abruptamente en un 84%. Julio De Vido dejó el Ministerio responsable de la mina, con una extracción en 2015 de 48.764 toneladas, pese a la readecuación de partidas para dirigir más fondos a la empresa intervenida.
Los principales frentes largos de producción de la mina presentan un estado “deplorable”, según fuentes oficiales. Techos corroídos, peligro de derrumbe, la circulación del aire interna en la mina prácticamente es escaso, “es un riesgo tener a la gente trabajando en esas condiciones y puede haber otro accidente”, indicaron quienes inspeccionaron el lugar.
La denuncia apunta a De Vido por idear “deliberadamente, un circuito de compras y contrataciones a contramano de las normas que correspondía observar, con un único móvil: vaciar la administración y apropiarse de los recursos públicos destinados al funcionamiento y explotación del yacimiento, la central térmica y los servicios ferroportuarios”. Esto es por convenios con la UTN por unos $ 3.000 millones.
En plena campaña Cristina Kirchner y Julio De Vido fueron a Río Turbio, a 309 a kilómetros al sur oeste de Río Gallegos, para inaugurar la primera caldera de la usina térmica que no duró encendida más de un mes. Es que la promesa del kirchnerismo, de proveer 240 Mw inyectados al sistema interconectado nacional, garantizando 112.320 toneladas mensuales de carbón, nunca se cumplió.
Fuente: Diario Clarin