AÑELO – A pesar de sus riquezas y de ubicarse segunda en el ranking de ingresos per cápita del país, Neuquén es una provincia de fortísimos contrastes. Y, paradójicamente, el emblema de esas asimetrías es Añelo, la fatigada localidad que nuclea una porción sustantiva de la operatoria en Vaca Muerta.
Una perpetua y densa nube de polvo acuna ese terruño de 8000 habitantes. La cifra es aproximada ya que a pesar del boom de los hidrocarburos no convencionales no se ha censado a una población in crescendo por la búsqueda de oportunidades laborales. Calles de tierra y de ripio sin veredas, a excepción de unas pocas con asfalto, bregan por luminarias y desagües. La escasez de agua y la ausencia de una planta potabilizadora convierten a ese elemento, especialmente en los nuevos barrios sobre la meseta, en el más disputado de los recursos. Mientras la sobrecarga de tensión en una red endeble e insuficiente suele dejar a oscuras a viviendas y comercios, el parque industrial de esa localidad opera con 150 generadores a diésel, justamente en el enclave que abastece de energía al país.
Esa es apenas una de las facetas de la precariedad de Añelo, rodeada de pujantes yacimientos que detrás de sus cercos de seguridad disponen como en un juego de rastis hileras de containers. Son las improvisadas islas habitacionales para sus operarios. Aunque el resto se traslada diariamente 100 km hasta la zona de Confluencia, imposibilitados de echar raíces en Añelo, entre otros motivos, por la acuciante ausencia de infraestructura. Una realidad que es quizá la mayor asignatura pendiente en el interior de una provincia bendecida con paisajes andinos deslumbrantes como Villa La Angostura, refugio del presidente Mauricio Macri.
Desde hace tiempo que la plaza central y el edificio municipal fueron desplazados como íconos añelenses. El dorado refulgente de la marquesina del casino o la silueta circular de su hotel más «suntuoso», son junto a una neurálgica estación de servicio los nuevos mojones que advierten sobre la principal puerta de entrada al segundo reservorio de gas no convencional y al cuarto de shale oil del planeta. Como muchos de los polos petroleros, al emblema del juego se le suman tres o cuatro prostíbulos clandestinos y un consumo sostenido de drogas duras, según datos de la Sedronar. La ausencia de oferta de esparcimiento es casi total. No hay cines ni balnearios, pese a la proximidad del río Neuquén y de las sofocantes temperaturas estivales. Las bajas temperaturas en invierno tampoco ayudan. Aunque una vía de escape muy concurrida es el centro deportivo municipal. Pero lo nuevo ha quedado ya obsoleto. «El hospital ya nos queda chico», describen en el pueblo, «y la escuela que 30 años atrás era nuestro orgullo está signada por el deterioro y la falta de mantenimiento».
Claro que la escala de Vaca Muerta, que en sus 30.000 km2 se expande por cuatro provincias, excede a este pueblo. Explotada en menos de un 10 % de sus reservas por 28 petroleras, el trajín diario de 700 colectivos y vans en Añelo, que utilizan la maltrecha ruta provincial N°7, muestra a las claras las asignaturas pendientes para una región posicionada en el candelero global: de concretarse en los próximos años, las promesas de inversiónextranjera suman más de 20.000 millones de dólares para la actividad hidrocarburífera, según la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI). Eso no sólo es un grifo para el empleo futuro, también perfila un horizonte con pingües regalías para la provincia, dueña de todos sus recursos.
No hay peor ciego que el que no quiere ver», dice con un dejo de cansancio Miguel Wircaleo. Dos veces intendente de Añelo en los años 90, cuando el municipio ni siquiera se perfilaba como promesa para el ascenso social, Wircaleo es un testigo habitual del trasiego de las numerosas familias del interior que se radican allí por el boom petrolero. «Los añelenses—dice— también nos debemos una autocrítica: o somos muy educados o somos cobardes, porque nos olvidamos de reclamar la infraestructura básica que el pueblo necesita, imposible de solventar con el magro presupuesto municipal».
Está claro que allí las utilidades provinciales por el cobro de regalías no llegan. Este año, serán en total unos 30 mil millones de pesos, un 120 % más que lo percibido en 2018, lo cual representa el 30 % del presupuesto anual de Neuquén, según estadísticas del Ministerio de Hacienda provincial. Para contraponer la dimensión de esa cifra basta decir que las regalías por explotación de hidrocarburos en esta provincia—generadora del 60 % del gas natural y del 22 % de petróleo que consume el país—duplican casi a las partidas por Coparticipación Federal de Impuestos, calculadas para 2019 en $18,7 mil millones, según estadísticas del Ministerio de Hacienda nacional.
Con tanto empleo público, no hay regalía, tributos y coparticipación que alcance», dice uno de los tres periodistas entrevistados por Infobae que, por la pauta oficial del Movimiento Popular Neuquino (MPN) en sus respectivos medios, pidió no ser identificado. La misma fuente describe los 57 años en el poder del MPN, interrumpidos por la dictadura, como un aparato, por un lado, clientelar y por el otro, naturalizado y de profunda raigambre neuquina: «El MPN tiene 111.000 afiliados, el 17 % de los habitantes de esta provincia. Ningún otro partido compite con esa adhesión. Pero nadie serio podría asegurar que hoy Neuquén podría estar mejor, ya que nunca fue gobernada por otro signo político. En suma, no hay otra gestión con la cual compararla», grafica. Y pone el dedo en la llaga: «Pero otros partidos en diferentes municipios también incrementaron el empleo público. Acá está naturalizado vivir del Estado«.
Con un índice de pobreza del 25,8 %, según el Indec, seis puntos por debajo del de la provincia de Buenos Aires, en Neuquén hay hoy casi 77.000 pobres ayudados por planes sociales
El economista Fernando Schpoliansky, ex docente de la Universidad del Comahue, hace años que estudia la matriz económica y las deficiencias del gasto del presupuesto neuquino. Suele ser consultado tanto por el candidato del kirchnerismo, Ramón Rioseco, como por el de Cambiemos, Pechi Quiroga. Pero se lamenta no haber sido nunca llamado por el gobernador del MPN, Omar Gutiérrez. Según su último informe sobre las variables económicas provinciales, el 43,5 % de la población económicamente activa en Neuquén trabaja en el estado (55.757 personas, sin contar monotributistas o precarizados). Y el pago de esos salarios supone el 53,2 % del presupuesto provincial, cuando los indicadores de eficiencia y buena administración estipulan, como regla, que no deberían superar el 35 %. Quizás esté ahí una de las múltiples razones del atraso neuquino en obras públicas.
Hay una esperanza de despegue para localidades como las de Añelo, afirman los vecinos consultados por Infobae. «Son las elecciones del 10 de marzo porque todos los candidatos harán campaña aquí y verán con sus propios ojos la desigualdad en la que estamos inmersos». Desde la mirada de los economistas, arrojan otras variables. «Hoy Neuquén ocupa el 20º puesto del ranking exportador (entre las 24 jurisdicciones analizadas, es decir, las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) con US$ 62 millones de exportaciones en 2018. Pero la proyección para 2019 es de unos US$ 150 millones, producto de las futuras exportaciones de gas a Chile, Uruguay y Brasil. Eso supone más extracción y más recursos para la provincia», señala el economista Schpoliansky.
Los más escépticos frente a las promesas electorales le apuntan tanto al gobierno provincial y nacional como a las petroleras. «El desarrollo de la infraestructura en Vaca Muerta debería ser un compromiso de todos los agentes que directa o indirectamente participan de esa riqueza«, opina otro de los periodistas neuquinos.
Un paso más allá de esa línea se ubica el líder del gremio de los petroleros y senador nacional por el MPN. Guillermo Pereyra avanza con un proyecto de ley que obligue a la Nación a desembolsar un fondo de reparación histórica para invertir en infraestructura. Alineado con las viejas demandas del gobernador, postula esa ayuda como un aporte compensatorio por las regalías que la provincia dejó de percibir durante el kirchnerismo por el «congelamiento» de los precios de los hidrocarburos.
Administrar la riqueza
¿Qué está en juego en estas elecciones? Según los observadores locales, además de la continuidad o no del todopoderoso MPN, la necesidad de un modelo eficiente de administración, capaz de reconvertir, diversificar la matriz económica neuquina, y apuntalar industrias históricamente exportadoras, hoy relegadas por el boom petrolero.
Neuquén no sólo es hidrocarburos. También es fruticultura, ganadería en el norte, y vitivinicultura, al margen del turismo. Esos son todos recursos renovables que generan empleo y divisas y que la provincia ha olvidado, en algunos casos y en otros no encuentran las condiciones para expandirse debido a carencias estructurales«, explica Aldo González, tercera generación de productores y exportadores frutícolas
Según González, los costos petroleros en la región, la escasez de mano de obra, ya que los salarios no pueden competir con los de la industria extractiva, junto a la asfixia tributaria y la alta competitividad de Chile sin rémora impositiva, están extinguiendo a la actividad.
Si bien en 2018 las frutas de pepita (peras y manzanas) encabezaron los productos de exportación neuquinos por un total US$ 30 millones, la mitad de lo exportado, esa cifra representa un tercio del intercambio que históricamente ostentó Neuquén.
Hace 33 años que Nelson Albornoz es capataz en una de esas fincas en Centenario, área junto con Tratayén que aglutina al grueso de los productores incluidos los de cerezas, que meses atrás lograron consolidar el mercado chino. (La empresa Vista Alegre, por caso, venía exportando vía aérea esa fruta fina a Hong Kong).
Dice Albornoz: «Nos impone precios petroleros al resto de la población. Y yo no puedo pedir aumento salarial porque sé que no hay margen. He visto a esta actividad, que fue un motor para la provincia, achicarse como nunca antes. Y las plantaciones también desaparecen no sólo porque dejan de ser rentables sino también por la especulación inmobiliaria».
Según Schpoliansky, el modelo productivo centrado solo Vaca Muerta y así como está planteado viene acentuando las iniquidades en la provincia. «Hay mucha concentración en pocas manos, vinculada a los hidrocarburos. El desafío no es otro que diversificar, invertir en obra pública y empujar así el desarrollo económico. Hoy el 87% del presupuesto se destina a los gastos provinciales corrientes. Y eso es lo que hay que modificar».
Pero más allá de los números y los modelos de administración, los neuquinos de todos los sectores mencionan a la «extorsión gremial en la educación» y a la regularización de títulos para la propiedad de la tierra como otra de las mayores problemáticas. «En tres años se perdió un año completo de clases. En total fueron 200 días de paro y los chicos pasaron de año igual», grafica Sandra González, profesora de inglés y ex docente primaria.
Así las cosas, en las próximas elecciones provinciales no sólo se debate el signo político que gobernará al quinto distrito más rico del país, según el ranking entre ingresos y gastos per cápita. Los candidatos con mayores intenciones de voto—del MPN, el Kirchnerismo y Cambiemos—, deberán convencer a los electores sobre la fórmula más eficiente para administrar las singulares riquezas neuquinas. Y también para capitalizarlas.
LA ECONOMIA NEUQUINA EN NÚMEROS
Presupuesto 2019: $100.263.592.068 millones
Regalías hidrocarburíferas: $30.699.330.558 millones
Fondos coparticipables: $18.782.191.930
Impuestos provinciales: $30.856.050.000
Exportaciones 2018: US$ 60 millones
Exportaciones proyectadas 2019: US$ 150 millones
Población: 650.000 habitantes
Gasto público por habitante 2019: $167.105
Deuda en dólares: US$ 640 millones
Deuda en pesos: $10.5000 millones
Servicio y amortización de deuda: $8012 millones
Inversión en infraestructura 2019: $6.373.331.555
Fuente: Ministerio de Hacienda de la Provincia de Neuquén y Dirección Provincial de Estadística y Censo de Neuquén
Fuente: Diario Infobae
