Tres gestos concretos del presidente Mauricio Macri en los últimos días anticipan un giro copernicano en las relaciones exteriores de la Argentina: decidió viajar a la cumbre de presidentes de la Alianza del Pacífico; visitará a su par de Colombia, Juan Manuel Santos, que es crucial en el armado de ese bloque, y presentó un pedido formal para que el país sea «observador» de la alianza comercial integrada por Chile, México, Perú y Colombia.
En todos los casos, la estrategia de Macri es buscar un acercamiento a la Alianza del Pacífico (bloque rechazado por el kirchnerismo por cuestiones ideológicas) y, a la vez, intentará posicionarse como un líder regional capaz de unir a los países del Mercosur con aquellos del Pacífico que están alejados de la retórica bolivariana.
La canciller Susana Malcorra confirmó a LA NACION el viaje de Macri a Chile para la cumbre de la Alianza, a fines de junio, en calidad de «observador», y destacó: «Hay un claro objetivo del Presidente de empezar a trabajar arduamente en una alianza real con los países del Pacífico y unir esas voluntades con las del Mercosur».
Con un mercado de 217 millones de personas, un PBI per cápita promedio de US$ 16.759, la concentración del 50% del comercio de América latina y que atrae el 41% de la inversión extranjera, la Alianza del Pacífico fue creada en 2011 como un mecanismo de integración económica abierto al libre comercio. Macri buscará avanzar en acuerdos concretos con ese espacio.
Cristina Kirchner entrevió durante su paso por la Casa Rosada que la Alianza del Pacífico estaba vinculada a gobiernos de centroderecha y alineada con Estados Unidos.
Macri, en cambio, busca desterrar ese mito del kirchnerismo y planea acercar la Argentina a los países del Pacífico para arrastrar luego al Mercosur en una estrategia conjunta de acuerdos comerciales.
En la práctica este plan, que implicará un giro en la política exterior de la Argentina, ya comenzó a rodar. Macri viajará los días 15 y 17 de junio a Colombia para participar en Medellín y en Bogotá de un foro económico de América latina, encarar una visita de Estado y reunirse con Santos. El paso de Macri por Colombia es clave para comprender el entramado del acercamiento con el bloque regional del Pacífico: es que el presidente colombiano también es uno de los más fervientes impulsores de un acercamiento entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico.
«Hay muy buena sintonía con Santos, trabajo conjunto y una potencial alianza con el Pacífico que empezará a ver sus frutos en Bogotá», dijo a LA NACION una fuente de la Cancillería al detallar la agenda que mantendrá Macri en Colombia. En rigor, ésta será la primera escala del presidente argentino en su plan de acercar posiciones con la Alianza del Pacífico. Es que el 30 de junio Macri viajará a Santiago de Chile para participar como «observador» de la cumbre de presidentes de ese bloque regional.
El embajador de Chile en la Argentina, José Antonio Viera-Gallo, confirmó que Macri fue invitado a la cumbre de la Alianza del Pacífico como observador y se mostró muy optimista por esa actitud de la Argentina. «Estamos llamados a tener un mayor grado de integración que nos dará más fuerza ante el mundo. No podemos desperdiciar esta oportunidad y creo que la Argentina se puede beneficiar mucho con este acercamiento», dijo Viera-Gallo a LA NACION.
En los hechos, Macri busca fortalecer esta alianza en obras concretas e ir más allá de la retórica. Por ejemplo, hace 10 días el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, y su par de Chile, Luis Céspedes, ratificaron la instrumentación de un acuerdo conjunto para avanzar en las obras del túnel de Agua Negra en San Juan. Esto apunta a dar celeridad a las obras de conectividad del corredor bioceánico y convertir a la Alianza del Pacífico en una puerta de salida más ágil para el comercio con Asia.
No sólo en el Gobierno se entusiasman con la idea de darle impulso a un acuerdo de la Argentina con la Alianza del Pacífico. En una reciente reunión que mantuvo en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), el gobernador de Salta, el peronista Juan Manuel Urtubey, se mostró muy alineado con esa idea de Macri: «Debemos relanzar el Mercosur y avanzar en una integración con los países de la cuenca del Pacífico y el Pacto Andino», dijo. Esto le dará réditos inmediatos a Urtubey, ya que con esta alianza se promueve la instalación de un puerto seco entre Salta y Antofagasta que impulse el comercio argentino hacia Asia.
En lo formal, la Cancillería presentó hace cuatro días un pedido concreto a los países de la Alianza del Pacífico para que la Argentina sea «observadora» de ese bloque regional. Según pudo saber LA NACION de fuentes calificadas de la diplomacia de Chile, Perú, México y Colombia, hay «respaldo pleno» para avalar este pedido de la Argentina.
En la cumbre de presidentes de la Alianza del Pacífico en Santiago Macri concretará la foto de «observador» de ese bloque. Esta calidad de miembro adherente le permitirá a la Argentina dar un gesto explícito a esa alianza y posicionarse como el país líder del Mercosur que saca beneficios concretos de ese rótulo de «observador», que ya tienen Paraguay y Uruguay.
El secretario de Comercio, Miguel Braun, es más optimista que algunos diplomáticos. Cree que, «a largo plazo, la Argentina ingresará en el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP)». Éste es un acuerdo de libre comercio que tienen Australia, Canadá, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Perú y Vietnam. Naturalmente, esta idea espantó siempre al kirchnerismo ya que veía allí una sombra de lo que fue el proyecto del ALCA, que el eje bolivariano rechazó de plano ante George W. Bush en la cumbre de Mar del Plata de 2005.
Fuente : Diario La NAcion