jueves 28 DE marzo DE 2024

La decisión de La Cámpora trasladó a Juntos el peso de aprobar el acuerdo con el FMI

El video de La Cámpora en contra del acuerdo con el FMI no hizo más que complicar las negociaciones del Gobierno para sumar los votos de Juntos por el Cambio, donde los halcones del PRO siguen reacios a ayudar al peronismo a resolver su interna, pero tampoco quieren ser acusados de empujar al país al default.

Por si fuera poco, el posteo de la agrupación de Máximo Kirchner llegó justo cuando los referentes del frente opositor negociaban con Sergio Massa votar únicamente el refinanciamiento de la deuda y dejar los compromisos económicos fuera del debate parlamentario. 

Un planteo que ya había hecho Ricardo López Murphy, pero no es lo que se desprende del articulado que el propio Massa les mostró a los jefes opositores en la reunión de este mediodía. 

El primero de ellos propone aprobar un memorándum técnico y otro de políticas económicas y financieras, descriptas en un mensaje con las pautas  fiscales y monetarias hasta 2024 anunciadas por Martín Guzmán el 28 de enero. El otro artículo señala que el acuerdo tendrá vigencia desde la publicación en el Boletín Oficial. Una formalidad. 

La Cámpora salió en bloque a rechazar el acuerdo con el FMI y pone en tensión su aprobación en el Congreso

 La Coalición Cívica insiste con su proyecto que habilita a Alberto a negociar con el FMI lo que crea conveniente, que sería más o menos lo mismo que avalar un acuerdo técnico a secas. 

Los diputados del PRO son los más duros, sobre todo después de sorprenderse con el video de La Cámpora. Varios esperaban un gesto diferente, como un mensaje de no obstrucción que al menos le allane el camino a la oposición para acompañar sin pagar el costo político.

En Juntos por el Cambio esperaban que La Cámpora al menos no obstruyera la aprobación del acuerdo, para que ellos pudieran acompañar sin pagar costos políticos. Pero el rechazo frontal de La Cámpora les redujo el margen de acción.

Lejos de eso, Máximo Kirchner dobló la apuesta, ratificó su rechazo y la posibilidad que al menos 30 diputados no acompañen la ley y sólo sea posible aprobarse con el voto de Juntos por el Cambio. El escenario se replicaría en el Senado. 

«No podemos dejarlo levantar la bandera de estar en contra del FMI y regalarle una parte de la oposición», planteó un diputado que asistió a la cumbre en la casa que alquila Mauricio Macri en Acassuso y aseguró que la división entre «halcones y palomas» está desactualizada. «Larreta y Vidal están más duros que Patricia», asegura. De hecho, el jefe de Gobierno porteño acompañó la salida de los diputados del PRO en rechazo al discurso de Alberto en la apertura de sesiones ordinarias. 

Consultado por LPO, el mismo legislador confirma que es un dilema «difícil de resolver» porque nadie quiere cargarse la mochila del default. Otro diputado que estuvo en el encuentro en la casa de Macri no cree que haya que preocupase tanto. 

«Si Alberto quiere, deroga por decreto la ley que hizo aprobar para que el Congreso avale un acuerdo con el FMI y evita un default. No puede acusarnos a nosotros», asegura. Había sido la propuesta inicial de la jefa del PRO Patricia Bullrich, luego desestimada en la mesa de Juntos, por presión de Elisa Carrió y del presidente de la UCR, Gerardo Morales, quienes llamaron a evitar un default. 

En el radicalismo niegan que haya una decisión cerrada de votar a favor del acuerdo, pese a la buena voluntad de Morales. «Vamos a decidirlo entre los diputados. Es como el Presupuesto: nadie tiene ganas de apoyar, pero tampoco de que se caiga. Si no hay una negociación abierta se puede complicar», anticipó a LPO un diputado que participó de la reunión con Massa. 

Si Alberto quiere, deroga por decreto la ley que hizo aprobar para que el Congreso avale un acuerdo con el FMI y evita un default. No puede acusarnos a nosotros.

Mientras que un senador radical agregó que el desgaste de estas semana por la interna peronista provocó que, de mínima, no haya voluntad de oponerse a una decisión de la mesa de Juntos por el Cambio de no acompañar, si la hubiera. 

Evolución radical, la escisión de la UCR que lideran Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, puede convertirse en clave si faltan votos. Pero en ese bloque no quedaron conformes con el escueto texto que recibieron los jefes de bloque en la reunión de este jueves con Massa y ahora piden esperar antes de tomar una decisión. «Se filtró más en los medios que en la reunión», bromeaban algunos dirigidos por Rodrigo De Loredo.

Los bloques chicos, que participaron de la reunión con Massa, no creen a Macri capaz de aguantar que lo acusen de defaulteador. «Sus diputados van a la televisión, dicen que no habrá default, y luego critican todo. El establishment no le va a permitir una irresponsabilidad así», interpretó el jefe de uno de los bloques de la coalición opositora. 

Massa, Alberto y Cristina en la reciente inauguración de las sesiones ordinarias.

El panorama está así de confuso e incierto, con un oficialismo dividido y una oposición que no sabe bien cómo posicionarse. Ni siquiera está claro qué pasará con el dictamen en la Comisión de Presupuesto si el kirchnerismo se encolumna en contra: Marcos Cleri de La Cámpora e Itai Hagman de Patria Grande, podrían dejar al oficialismo sin la mitad más uno de los votos. 

Massa quiere aprobar el acuerdo con el FMI la semana que viene, pero Juntos no define su apoyo

Máximo aún no bajó línea a los suyos, pero el video fue suficiente. Y en su entorno creen que la encerrona del PRO los fortalece. «La responsabilidad histórica por haber tomado la deuda con el FMI, la tienen ellos», se jactan. 

Ni siquiera está claro qué pasará con el dictamen en la Comisión de Presupuesto si el kirchnerismo se encolumna en contra: Marcos Cleri de La Cámpora e Itai Hagman de Patria Grande, podrían dejar al oficialismo sin la mitad más uno de los votos. 

En esas condiciones, Juntos podría armar su propio dictamen de mayoría, con la autorización para reestructurar la deuda pero sin pautas económicas, y abrir el camino para negociar su aprobación en el recinto que tendría a su alcance, con respaldo del interbloque federal, los liberales más algún monobloque. De ocurrir, Alberto debería pedirle al Senado que sancione esa ley para evitar el default. No tendría otra alternativa. 

Claro que en su comunicado de esta tarde, el FMI dejó claro que le interesa compromisos fiscales a 2024 aprobados por el Congreso, para brindar un préstamo que cubra los vencimientos de estos dos años y, sobre todo, aceptar que sean devueltos recién entre 2026 y 2031. 

Una ley obligaría al próximo presidente a seguir ese camino o a pagar los costos de romperlo. Sin esa garantía el FMI podría verse obligado a negociar otro programa en 2023, si Alberto no reelige. Y no es la idea. de hecho, el Directorio del organismo recién tratará el memorándum cuando sea ley en Argentina.

Así planteado, el acuerdo «es una bomba de tiempo» para el próximo presidente, según los economistas opositores y un ajuste inaceptable para el actual, según Máximo Kirchner y sus seguidores. No es fácil llegar a un consenso. Nadie sabe bien cómo construirlo. 

FUENTE: LPO

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