lunes 14 DE octubre DE 2024

La derrota de De Loredo dejó al radicalismo de Córdoba sin líderes y ya hay pases de factura

Rodrigo de Loredo volvió a sufrir una dura derrota a manos del peronismo cordobés: por segunda vez perdió la elección municipal, aunque este domingo el resultado tuvo tal contundencia que equivale a un nocaut, una caída que impactará en toda la oposición mediterránea. Daniel Passerini le sacó una diferencia de 50 mil votos, y la cosecha personal de De Loredo fue menor que la que tuvo Luis Juez hace un mes en la ciudad de Córdoba.

La fiesta que Juntos por el Cambio preparó en Córdoba iba a tener trascendencia nacional: el plan era mostrar a De Loredo abrazado por Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, y rodeado de los jefes de Juntos por el Cambio, Gerardo Morales, Alfredo Cornejo, Martín Lousteau y Emiliano Yacobotti, estos dos últimos, además, sus jefes en Evolución, el bloque de Diputados que conduce el cordobés.

Aunque en los últimos días las encuestas comenzaron a registrar un panorama de «paridad», la expectativa opositora era tener esa foto potente y copar las portadas del lunes. Pero la diferencia final fue de casi 8 puntos, un contundente respaldo a la gestión municipal que encabeza Martín Llaryora, quien, como adelantó LPO, trazó una estrategia plebiscitaria de la campaña.

De Loredo prefirió no prolongar la agonía y entregó la elección sin que hubiese un solo dato oficial cargado. Allí, afligido pero sin quebrarse, intentó hacer una broma ante la conducción de Juntos por el Cambio: «Los hice venir al pedo», dijo. 

Un rato después, Martín Llaryora retrucaría la fallida nacionalización de la elección que intentó De Loredo: «Que no nos vengan a explicar qué hacer los pituquitos de Recoleta», dijo el gobernador electo en los festejos por el triunfo de su viceintendente.

Además del acompañamiento de «los tanques nacionales del PRO» -Bullrich, Rodríguez Larreta y Mauricio Macri-, la prolongada campaña de De Loredo contó con recursos materiales imposibles de calcular. Se notó en todos los flancos: cartelería en vía pública, radio y TV, y particularmente en redes sociales; un despliegue publicitario pocas veces visto en un candidato opositor.

«Las encuestas fallaron, pero al revés», dijo De Loredo desmarcándose de un resultado que tiene su impronta personal, una derrota de la que es dueño. Sus socios ya le pasaban varias facturas: haber quitado los marca Juntos por el Cambio de la estética de campaña; no haber tenido una estrategia territorial para contrarrestar al peronismo en los barrios populares; haber armado una lista de concejales que no contempló la derrota, y haber minimizado la crisis que significó la presencia de dos candidatos a concejales con familiares investigados en causas de narcotráfico.

Los números finales son contundentes: con todos los recursos y la lapicera de la oposición a libre disposición, De Loredo sumó 262 mil votos, 15 mil menos de los que cosechó que Luis Juez en la ciudad de Córdoba hace un mes, durante la elección provincial.

En comparación con la elección de 2019 el número también es negativo para el de Evolución: en aquella elección, De Loredo, con el sello de la UCR, logró 135 mil votos, mientras que Luis Juez, con una marca low cost de Cambiemos (Córdoba Cambia), juntó 152 mil. La suma del universo Cambiemos fue de 284 mil. En otras palabras: en 2023, con la coalición unida tras su candidatura, el aval de los popes de Juntos por el Cambio, un número infrecuente de recursos para una campaña opositora y una expectativa real de triunfo, De Loredo rompió el piso del espacio en 2019.

Con el resultado, De Loredo se suma a la lista de opositores derrotados por el peronismo: allí están Ramón Mestre, Mario Negri, Oscar Aguad y Luis Juez. En el horizonte no asoma ningún nuevo liderazgo que le haga sombra a Martín Llaryora y su «partido cordobés», marca de la aspiradora de dirigentes que el próximo gobernador encendió el domingo a las 21.15, apenas De Loredo admitió que había perdido.

FUENTE: LPO

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