La ciudad vivió una fiesta con su primer Festival Audiovisual Neuquén (FAN). Fueron cinco días de proyecciones, charlas y debates que generaron una gran convocatoria cultural que sentó las bases para futuras ediciones. En este marco, el sábado, en el Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén, se vivió un momento de celebración y festejos con la entrega de los premios a los primeros ganadores de este gran encuentro cultural.
El intendente Mariano Gaido participó de la ceremonia de premiación y agradeció a todos los que participaron del FAN y expresó que “las 513 producciones presentadas (de las cuales se seleccionaron 60) son todas ganadoras para nosotros, es un orgullo haberlos tenido. Vamos a seguir apostando a la industria audiovisual y a seguir haciendo este festival”, aseguró.
Por su parte, la secretaria de Capacitación y Empleo de la Municipalidad, María Pasqualini aseguró que, “cuando hablamos de industria audiovisual hablamos de trabajo, hablamos de cultura que es un derecho esencial y para que eso ocurra el Estado tiene que estar presente” y agregó “la ciudad tiene todo para tener un FAN y, a la vez, para que sea un set de filmación”.
Por último, el vicegobernador Marcos Koopmann afirmó que, “este festival nos abre una industria y nos habla de las bondades de nuestra provincia, tenemos que poner las condiciones y las herramientas para que la industria prospere” dijo y agregó que “el festival va a ser un atractivo turístico y va a continuar en el 2023. Como la Fiesta de la Confluencia y la Feria del Libro, que son íconos culturales de la Patagonia, trabajaremos en un proyecto de ordenanza para que el FAN se haga una vez por año” anunció Koopmann.
El acto de premiación comenzó con un video resumen y fue transmitido por Youtube y Facebook con la colaboración de Radio y Televisión del Neuquén.
Unos segundos antes, los conductores Lucas Martin y Soledad Bonet de Capital 88.5 realizaron una larga lista de agradecimientos que incluyó a realizadores/as, directores/as de cine, autoridades, sedes donde se desarrolló el festival, a toda la gente que participó de alguna u otra forma y, sobre todo, al público que apoyó la propuesta.
Los ganadores y ganadoras
Antes de comenzar con la entrega de premios, se realizaron dos reconocimientos especiales al director Mario Tondato y a la directora Anahí Berneri, ambos de extensa trayectoria y que apostaron por el FAN presentando una retrospectiva de sus trabajos.
En la categoría PROYECTOS EN DESARROLLO el jurado estuvo conformado por Agustina Comedi, Gustavo Gzain y Hernán Khourian y el premio fue para: “Los suecos” de María Ulrich. En el dictamen el jurado expresó “el deseo de poder ver pronto en pantalla grande los tres proyectos que participaron, puesto que todos son un gran aporte al cine, desde una mirada regional”. Asimismo, agregaron sobre la película que: “El proyecto aborda el contrapunto que generan dos culturas que coinciden circunstancialmente en una misma geografía: la comunidad de Sierra Grande y un grupo de suecos que vienen a trabajar a la región. La propuesta aborda el tema con sensibilidad, incorporando elementos no tan habituales en el tratamiento documental como el sexo y el humor”.
En la categoría COMPETENCIA PATAGÓNICA DE VIDEOMINUTO el jurado estuvo conformado por Ignacio “Tata” Chaneton, Lara Decuzzi y Cintia Rojas y el premio fue para: “Intervalo” de Fabián Soto. El jurado celebró esta categoría “abierta a la innovación y experimentación audiovisual” y destaca “la diversidad y la heterogeneidad de las propuestas seleccionadas”. El ganador fue seleccionado “por su acabada propuesta estética, elocuencia narrativa desarrollada en tiempo acotado de relato, y por la potencia visual lograda por la animación”.
En la categoría COMPETENCIA PATAGÓNICA DE VIDEOCLIPS el jurado conformado por Ignacio “Tata” Chaneton, Lara Decuzzi y Cintia Rojas otorgó una MENCIÓN ESPECIAL a “Una dosis de esperanza” de Juan Lagos, “por el cuidado en el tratamiento estético y por la puesta en valor de lo visual y sonoramente autóctono”. Finalmente, el premio a MEJOR VIDEOCLIP fue para: “Estorninos” de Jesús Sarroco. Sobre este trabajo, el jurado destacó “la síntesis narrativa puesta al servicio del formato, por su original propuesta formal, por el atrevimiento, el arrojo y el sentido del humor, siempre bienvenidos”.
En la categoría COMPETENCIA PATAGÓNICA DE CORTOMETRAJES el jurado estuvo conformado por Agnese Boaretto, Laura Azcurra y Diego Carriqueo. La MENCIÓN ESPECIAL fue para “Encendida por un círculo que no se apaga” de Malen Otaño. El premio a MEJOR CORTOMETRAJE PATAGÓNICO fue para: “La noche y las tormentas” de Nicolás Deluca y Luján Agusti. El jurado destacó “la poesía y la estética cyberpunk, el foco puesto en la relación entre la naturaleza y la forma en la que los seres humanos nos relacionamos con ella luego de haber transitado una situación mundial disruptiva. El cortometraje se arriesga hacia nuevos horizontes en el género documental, utilizando para esto la dirección de fotografía, la música y el montaje”.
Por su parte, en la categoría COMPETENCIA FEDERAL DE CORTOMETRAJES el jurado otorgó una MENCIÓN ESPECIAL para: “Fuego en el mar” de Sebastián Zanzoterra. El jurado valoró “la fusión de diferentes técnicas audiovisuales para construir el relato. Partiendo de una historia personal que permite plantear realidades territoriales de la provincia de Neuquén, logrando hacer un paralelismo entre la problematización de las masculinidades, los modos de producción y la crisis económica global”. El premio a MEJOR CORTOMETRAJE FEDERAL fue para: “Llovía” de Ignacio Lillini. El jurado destacó este cortometraje “por introducirnos en una siesta onírica que construye una atmósfera que lleva al espectador a la sensorialidad de las vivencias infantiles más profundas, desplegando una estética cargada de simbolismos. Con un diseño de sonido preponderante en el relato, sacando provecho de este recurso para explotarlo narrativamente”.
En la categoría COMPETENCIA FEDERAL DE LARGOMETRAJE DOCUMENTAL el jurado conformado por Miguel Zeballos, Juan Mocciaro y Ana Fraile destacó a las 9 películas seleccionadas, “por el riesgo artístico, el valor narrativo y la búsqueda formal en cada uno de sus trabajos. En el marco de un cine en peligro sostenemos que estas películas deben ser valoradas y defendidas porque es nuestro trabajo y son parte de nuestra cultura”.
El premio a MEJOR MONTAJE fue para: “Danubio” de Agustina Pérez Rial. El jurado destacó “el ritmo con que se estructura el relato, la originalidad tanto del tema como su abordaje y el exhaustivo trabajo de archivo”. El premio a MEJOR DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA fue para: “Esquí” de Manque La Banca. El jurado justificó este premio “por la búsqueda estética y su carácter experimental, por la libertad con la que trabaja los diversos climas de la película”.
El premio a MEJOR LARGOMETRAJE DOCUMENTAL fue para: “Adiós a la memoria” de Nicolás Prividera y para “No hay regreso a casa” de Yaela Gottlieb. El jurado decidió otorgar este premio de forma compartida “porque lo personal y lo político está expuesto de manera contundente, por la originalidad del punto de vista sobre el vínculo entre un hijo y su padre y un padre y su hija, y porque abordan su propia historia con un sobresaliente uso del lenguaje audiovisual”.
En la categoría COMPETENCIA FEDERAL DE LARGOMETRAJE FICCIÓN el jurado estuvo conformado por Camila Fabbri, Lucio Pugni y Victoria Galardi. El premio a MEJOR ACTUACIÓN fue para Luis Machín por “Siete Perros”. Dijo el jurado que el actor “lleva adelante un personaje tierno, conmovedor y verdadero. Construye de manera extraordinaria una atmósfera íntima y desahuciada”. El premio a MEJOR DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA fue para: “Jesús López” de Maximiliano Schonfeld: “por la precisión casi perfecta con la que conmueve de manera permanente. Desde un primer plano en que vemos a un motociclista que parece en llamas, hasta atardeceres bellos y aterradores”, dijo el jurado.
Por último, el premio a MEJOR LARGOMETRAJE DE FICCIÓN fue para: “Jesús Lopez” de Maximiliano Schonfeld, según el jurado la película “toma riesgos estéticos y temáticos que la hacen una obra brillante. La película tiene una visión crítica sobre el abordaje de la muerte y los silencios de la familia, que la hacen profundamente emocionante”.