miércoles 11 DE diciembre DE 2024

La trastienda de la postal de la unidad del PRO, entre mensajes hacia 2023 y el fantasma de la ruptura radical

Mauricio Macri pidió a los legisladores del PRO que el año próximo se capaciten para poder gobernar con eficacia los municipios, las provincias y el país en 2023. Lo propuso en una reunión realizada en el Yacht Club de Olivos, a pocas horas de que los radicales Gerardo Morales y Martín Lousteau tuvieran que ser separados para no terminar a las trompadas en un encuentro para intentar una solución a la fractura del bloque de diputados de la UCR.

El contraste marcó el difícil momento que vive Juntos por el Cambio, donde, al lado de la guerra que estalló en el radicalismo, las clásicas tensiones de los líderes del PRO tienen sabor a nada. “¿Y estos eran los que querían pelearnos la candidatura a Presidente?”, bromeó un diputado tras la cumbre de Olivos, cuya foto de la unidad, con dirigentes posando sonrientes, se convirtió en un hecho político más trascendente de lo que se preveía.

Fueron muchos los mensajes de Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich relacionados con el regreso al poder dentro de dos años. Algunos de los legisladores, no obstante, aseguraron en sus discursos que era muy pronto para apurar la competencia de 2023. Todos sintieron que el fantasma de la ruptura en la UCR sobrevolaba el coqueto salón a pocos metros del río. Por eso cada uno replicó el llamado (o el ruego) a mantener la unidad.

El encuentro con diputados y senadores se organizó el fin de semana pasado, luego de que los dirigentes radicales les pidieron a sus pares del PRO y de la Coalición Cívica postergar la reunión de la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio para evitar que el conflicto de la UCR arruinara las definiciones que debían adoptarse, como el acuerdo con el FMI o la recomposición de la máxima estructura opositora para dotarla de más representatividad.

De todas formas, Macri aprovechó el discurso de ayer en Olivos para dejar en claro que el PRO tiene que ser inflexible ante el Gobierno (¿una velada advertencia al moderado Rodríguez Larreta?) y que debe poner el acento en prepararse para volver a la Casa Rosada con equipos formados para los cambios que necesita el país.

El jefe de Gobierno machacó con el latiguillo de la unidad mientras que la presidenta del PRO, en sintonía, señaló: “Reafirmamos nuestro compromiso de unidad y de seguir siendo una coalición de mayoría”. Ambos se sacaron chispas apenas terminaron las elecciones y serán los principales contendientes del partido para la Presidencia de la Nación. Pero ayer se intercambiaron alusiones elogiosas y evitaron poner el acento en las diferencias que tienen.

Fue un alivio para los presentes y una señal de tolerancia que será clave para los nuevos diputados y senadores del PRO, que deberán convivir con una atomización inédita de Juntos por el Cambio en el Congreso, en particular en la Cámara de Diputados, donde se dividirán al menos en seis bloques distintos. Será un titánico esfuerzo coordinar el trabajo legislativo con tantas tribus internas y un oficialismo que buscará dividir aún más a la oposición.

Hubo tanto cuidado en que nada opacara la foto de la unidad del PRO que se prohibió que el periodismo entrara al salón del Yacht Club de Olivos y sólo se difundió un escueto comunicado de dos párrafos y la imagen de líderes y legisladores posando en el jardín. ¿Habrán tenido temor de que los periodistas cambiaran el eje de la noticia? ¿O que algún imprevisto o un discurso fuera de lugar alterara la postal que graficó la paz interna?

“Esta tarde se realizó una reunión del PRO en donde los participantes reafirmaron su compromiso de unidad y de seguir siendo una coalición de mayoría. Además se debatieron los desafíos pendientes de cara a 2022, con la vocación de volver a gobernar en las próximas elecciones presidenciales y recuperar la Argentina del trabajo y la producción. Se trató de una reunión de gran camaradería y de reconocimiento al trabajo realizado a lo largo y ancho del país, en la que estuvieron presentes los diputados y senadores entrantes y salientes, junto a los integrantes del Consejo Nacional del partido y los miembros del PRO que forman parte de la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio”, señaló el comunicado de prensa de sólo dos párrafos. Fue la única comunicación oficial.

En el encuentro nadie mencionó la ruptura del bloque de la UCR en Diputados, pero fue el tema dominante en los corrillos de Olivos. En general, ningún referente del PRO cree que se convierta en una complicación seria para el funcionamiento de la bancada de Juntos por el Cambio, aunque se admite que puede condicionar su dinámica.

Como la interna nunca termina, pese a las fotos de unidad, hay quienes interpretaron que la fractura radical favorece al ratificado jefe del bloque de diputados del PRO, Cristian Ritondo, quien ahora tendrá mayores chances de conducir el interbloque de JxC: Mario Negri, el jefe de la bancada de la UCR, quedó debilitado como para aspirar a seguir liderándolo. Igual, ese cargo será definido probablemente en febrero para evitar más peleas.

La representación legislativa de Juntos por el Cambio será desde un hoy un rompecabezas. En principio, el bloque de diputados del PRO se llamará Frente PRO para permitir ampliar sus límites partidarios e incluir legisladores de fuerzas aliadas como Claudio Poggi, de San Luis; Florencia Klipauka Lewtak, de Misiones, y Marcelo Orrego y Susana Laciar, de San Juan, lo que le permitirá a Ritondo conducir una bancada que saltará de 50 a 54 miembros.

La UCR tendrá 45 diputados, divididos entre los 33 que responden a Negri y 12 alineados con Losteau. Los 116 legisladores que tendrá en total JxC en la Cámara baja se completan con 11 de la Coalición Cívica, 4 de la fracción de Emilio Monzó y Margarita Stolbizer, y los monobloques de Ricardo López Murphy y de Carlos Zapata, de Salta.

“El objetivo es volver a gobernar en 2023″, sintetizó Macri el encuentro del Yacht Club de Olivos, en su cuenta de Twitter. En Juntos por el Cambio, por lo visto, será muy difícil que esa meta los encuentre a todos unidos. Ya se perfilan dos años en los cuales las peleas, las diferencias y las tensiones se pondrán de moda en la oposición. Hizo punta la UCR haciendo honor a la famosa frase de Leandro N. Alem: “Que se rompa, pero que no se doble”.

FUENTE: Diario INFOBAE

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