viernes 29 DE marzo DE 2024

Mensaje K: Uno a uno, quiénes son los ministros y funcionarios que presentaron sus renuncias a Alberto Fernández

La primera carta de renuncia que trascendió haber sido puesta a disposición de Alberto Fernández fue la de su ministro del Interior, Eduardo «Wado» De Pedro.

El funcionario -tal vez el cuadro más elogiado de La Cámpora creada por Máximo Kirchner– era de los pocos oficialistas en salir airoso de las PASO, apenas por organizar un escrutinio efectivo.

Pero es el ministro político del Presidente y fue el encargado de mandarle el mensaje que Cristina Kirchner le quiso hacer llegar.

Con la renuncia «a disposición» de De Pedro, la catarata de cartas de funcionarios que responden sin disimulo a la vicepresidenta se acumularon hasta la decena.

Uno a uno, los funcionarios que pusieron su cargo a disposición para forzar la salida de compañeros de Gabinete, como el jefe Santiago Cafiero o el ministro de Economía, Martín Guzmán, un reclamo surgido desde adentro de la alianza oficialista tras la debacle electoral de las PASO.

Eduardo «Wado» De Pedro

El ministro del Interior -el rol más político del Gabinete- es el funcionario más encumbrado de La Cámpora en el equipo de Alberto Fernández y, tal vez, el más respetado desde el resto de las fuerzas políticas, internas y opositoras.

Por eso que fuera el primero en mostrar su renuncia no es menor: responde finalmente a Cristina y Máximo Kirchner. Fue de los pocos que tuvo una buena noticia en las PASO, por estar a cargo del escrutinio.

Hijo de desaparecidos de la dictadura militar y nieto recuperado por Abuelas, es el cuadro cerebral que más creció en la agrupación K de jóvenes que ya son gobierno. Al menos hasta ahora, para el Presidente era «Wadito».

En los últimos tiempos había hecho un notable trabajo para exponerse en público y levantar su perfil político como ministro y se animó a abordar en entrevistas el trabajo que le conllevó para vencer las dificultades que le implican su tartamudez. 

Martín Soria

Con su discurso sobre el lawfare desde su banca de diputado, se ganó la venia de Cristina Kirchner y fue el elegido -por ella- para reemplazar a Marcela Losardo al frente del Ministerio de Justicia.

Ese cambio al calor del discurso de «los funcionarios que no funcionan» produjo la baja más íntima para el Presidente en su equipo: Losardo es además su socia en un viejo buffet de abogados.

Envalentonado contra la Justicia en lo verbal, en los hechos, la gestión del último ministro que se alineó al kirchnerismo ha sido bastante discreta en los seis meses que lleva en el cargo.

Juan Cabandié

Otro camporista, y también nieto recuperado en democracia, aunque tal vez el más alejado del paraguas de Máximo Kirchner.

Cabandié tampoco ha sido una panacea de la gestión y es de los más cuestionados del propio ruedo K por sus actuaciones ante los incendios en el sur y las sequías del río Paraná.

Fue uno de los últimos en plegarse a revelar su carta que pone su puesto de ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Roberto Salvarezza

A cargo del Ministerio de Ciencia y Tecnología -que volvió a serlo como promesa de campaña albertocristinista-, es otro miembro del gabinete que, si bien no abreva en La Cámpora, es leal a Cristina Kirchner.

Tanto que en 2017 fue el segundo de la lista a diputados de Unidad Ciudadana, el sello creado por la actual vicepresidenta para volver al ruedo desde el Senado.

Tristán Bauer

El cineasta fue el engranaje de Cristina Kirchner en el organigrama de los medios públicos -en tiempos de militancia K- y volvió por ella al Gabinete de Alberto Fernández como ministro de Cultura, en tiempos complejos para el sector por la pandemia.

De perfil particularmente bajo, Bauer es el cuarto vocal suplente del directorio del Instituto Patria, el think tank creado por la vicepresidenta.

«Escuchando sus palabras del domingo por la noche dónde (Sic) planteó la necesidad de interpretar el veredicto que ha expresado el pueblo argentino, he considerado que la mejor manera de colaborar con esa tarea es poniendo mi renuncia a su disposición», escribió en su carta de oferta de renuncia Bauer, con error ortográfico incluido.

María Fernanda Raverta

Camporista de paladar negro y candidata fallida a la intendencia de Mar del Plata, Raverta es de las mujeres forjadas en el espacio de Máximo Kirchner que más poder acumularon en la gestión de Alberto Fernández

Al frente de la siempre tentadora caja de la ANSeS, a la que colonizó con cuadros camporistas en todo el país, la mujer fue uno las fichas que el Presidente se vio forzado a incorporar, tras el fracaso de Alejandro Vanoli, el primer titular del organismo, renunciado por el mal manejo de los pagos a jubilados en la cuarentena más estricta.

Luana Volnovich

Otra camporista que creció dentro del Frente de Todos. Desde el PAMI que maneja también con capas geológicas de camporismo desperdigado por el país, Volnovich tuvo un alto perfil para la pelea con Horacio Rodríguez Larreta y Fernán Quirós en la Ciudad, en tiempos de fricciones distritales y políticas por el manejo de la pandemia.

Bella y aguerrida, fue un ariete que esmeriló el otrora vínculo de convivencia entre el Presidente y el jefe de Gobierno porteño.

Curiosamente, no hace mucho, en un acto que no debía ser de campaña, le leyó una carta de militancia afectiva a Alberto Fernández. «El Presidente de los adultos mayores», lo llamó. Ahora le ofrece su renuncia.

Pablo Ceriani

El presidente de Aerolíneas Argentinas -caja que siempre en el poder despertó el interés de La Cámpora– tomó protagonismo en el gobierno de Fernández a base de la promoción de los vuelos que traían vacunas desde Rusia y China, vestidos con épica acorde y cuestionamientos de costos.

Martín Sabbatella

Desembarcó en el Acumar, el organismo a cargo de La Cuenca Matanza Riachuelo. El fundador del partido Nuevo Encuentro se alineó a Cristina Kirchner en tiempos de la ley de medios K y no la abandonó más.

Fue su general en el extinto AFSCA -sucesor del Comfer y predecesor del Enacom- el organismo que controla las licencias de los medios. Sabbatella siguió el camino cristinista hasta en los tribunales: tiene un fallo condenatorio en segunda instancia que, de cumplirse, inhabilitaría su función pública, en el cargo que ofreció dejar, a disposición de Alberto Fernández

Victoria Donda

Tal vez la única funcionaria en sumarse a las renuncias masivas que no abreva en el más duro entorno de Cristina Kirchner. Más bien ha tejido vínculos con el renovador Sergio Massa y se sumó al Frente de Todos desde una facción de Libres del Sur.

También nieta recuperada que ingresó a la política de mano de Néstor Kirchner, se alejó y fue muy crítica en tiempos de Cristina. Y volvió en acuerdo al paraguas oficialista, tras ser implacable con el macrismo en el Congreso.

Titular del INADI, su gestión antidiscriminación dejó una catarata de críticas, desde el affaire por las denuncias de su ex empleada doméstica hasta la expiación que le dedicara al Presidente tras sus dichos cuestionados sobre brasileños y mexicanos.

Curiosa su actitud: cuando Donda era objeto de críticas que exigían su salida, Fernández la respaldó. Ella ahora -sin mayor explicación- le mandó la renuncia

Paula Español

Economista a cargo de la Secretaría de Comercio Interior, el cargo que hizo infamemente famoso Guillermo Moreno y bajo cuya sombra -y en circunstancias, ejemplo- tracciona en la gestión.

También con carta de renuncia, representa claramente el loteo ministerial que se blanquea en el organigrama de Alberto Fernández. Español responde a Cristina por debajo de Matías Kulfas, el ministro de Desarrollo Productivo, otro de los funcionarios en la mira del cuestionamiento renunciante de la vicepresidenta.

FUENTE: Diario CLARIN

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