Guillermo Pereyra esquivó ayer un posible conflicto político y ordenó dar marcha atrás con la movilización que amenazaba con juntar este viernes más de 1200 petroleros en la Vuelta de Obligado.
El cambio de rumbo se originó por varios factores: el anuncio del presidente Mauricio Macri (a través de un acta acuerdo) de suspender los despidos de las empresas por 90 días, y el llamado de una mesa de diálogo entre el sector sindical y empresario, acordado ayer con el ministro del Interior de la Nación , Rogelio Frigerio.
En el cónclave, Pereyra le manifestó al funcionario nacional «reiterados incumplimientos» de las empresas al acuerdo firmado por el preventivo de crisis.
1200 trabajadores están en la casa con rotación de tareas.
Es parte del acuerdo preventivo de crisis firmado en febrero entre las empresas, el gobierno nacional y el sindicato.
Hoy está previsto que el sindicalista tenga otras reuniones para pedir el cese de las suspensiones en el sector petrolero. Se hablada de otro cónclave, con el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
El lunes el mismo Pereyra todavía no había definido qué hacer con la movilización del viernes, tras la medida que tomó Macri, más allá de que la suspensión de los despidos no será por ley, sino por un acta acuerdo.
En ese sentido, aún sigue en pie el tratamiento de un proyecto en Diputados, con un extenso debate entre el kirchnerismo, el PRO y el sector que conduce el legislador nacional Sergio Massa.
«Se convino la realización en forma urgente de una mesa de diálogo en la que participarán los sindicatos, las empresas, los gobernadores de Río Negro y Neuquén, y los ministros nacionales de Trabajo, Jorge Triaca; del Interior, Rogelio Frigerio; Juan José Aranguren, de Energía y Minería, y Alfonso Prat Gay, de Hacienda y Finanzas», explicaron desde el gremio.
Aún se espera el cierre de las paritarias petroleras para poner una tapa al incipiente conflicto.
Fuente : Diario La Mañana Neuquen